Cuenta la leyenda que la reina Ana de Gran Bretaña, esposa del rey Jaime I, fue retada por sus amigas a crear un encaje tan bello como una flor. Dicen que la reina, mientras realizaba el encaje, se pinchó un dedo. Es por eso que el color rojo púrpura en el centro de la flor del encaje representa una gota de su sangre. También llamada zanahoria silvestre (debido a que la flor de encaje es la progenitora silvestre de la zanahoria actual), llamada también encaje de Obispo o nido de pájaro.