Alicia se siente perdida en la bifurcación del camino, no sabe que dirección elegir. Aún así, sin tener rumbo, decide elegir un camino. Se enfrenta a las dificultades, a lo desconocido y a su propio miedo.
Alice cae en el agujero del inconsciente y entre el juego y la experimentación se descubre a sí misma. Allí están las puertas de la mente qué sólo pueden ser abiertas con la herramienta correcta, necesitan una llave. Ella ve la llave pero necesita transformarse para poder servirse de ella, tiene que transformarse en el modo correcto, no sirve cualquier transformación, no sirve ser muy pequeña o muy grande. Aprende el juego. Está dentro de la mente aprendiendo sus juegos. Consigue encontrar el equilibrio y salir por la puerta a un nuevo mundo.