Hay un lugar en el que siempre es primavera, es el lugar entre los sueños y la realidad, el jardín de la imaginación, un jardín de primavera y renacer, dónde habitan niños, poetas y profetas.
Un niño, símbolo de la infancia y la inocencia juega en el jardín de primavera, dónde todo es posible. Un lugar único, en el que sólo pueden acceder aquellos que abren su corazón y dejan atrás los limites de lo que creemos saber y conocer.