“Es el momento de renovarse, de florecer desde el corazón…
De brotar, de expandirte en lluvia de pétalos,
Delicada, bella y sensible
Has superado todos los obstáculos del invierno, has comprendido que todo es efímero.
Brotas luminosa, transformada en flor.”
La flor de cerezo “Sakura”, (en japonés) es una flor muy apreciada en el país nipón y en muchas otras culturas. Un tesoro que representa la belleza efímera de la naturaleza, lo femenino, el amor, la renovación y la sensibilidad. Sakura es también el símbolo que anuncia la llegada de la primavera.
Los cerezos también nos enseñan el concepto del renacer, el florecer, después de haber superado obstáculos o, mejor dicho, de haberlos transformado.
En Japón hay la tradición de practicar el “Hanani” (la observación de flores). Cada primavera, durante las primeras semanas de la temporada, se llenan de personas los parques y calles de sus ciudades, a veces incluso cruzando todo el país con el único propósito de observar cómo las flores llenan el paisaje.